Tema 2 - La percepción ambiental
3.5. La perspectiva transaccional de Ames
Aunque las ideas
sobre la percepción de Adelbert Ames son anteriores a las de los otros
autores analizados (Ames, 1951), su ubicación aquí responde al hecho de
que su aportación representa una de las corrientes más actuales en
Psicología Ambiental: el transaccionalismo, del cual fue él uno de los
fundadores.
Para
recordar cuáles son las principales características del
transaccionalismo podéis ir a la UNIDAD 1. En términos generales, esta
perspectiva contempla la percepción como una transacción o "diálogo"
entre las personas y el entorno, o sea, más allá de un simple mecanismo
«estímulo-respuesta», lo que sucede es una transacción entre los
principios que se asumen, las percepciones y las características
ambientales.
Para Ames y
otros autores que se sitúan en esta línea como Kilpatrick (Ames, 1951;
Kilpatrick, 1954; Ittelson y Kilpatrick, 1952), la persona ejerce un rol
activo en el proceso perceptivo y esta participación es, a la vez,
dinámica y creativa. La persona percibe el entorno e interpreta en
función de los principios adquiridos a lo largo de su experiencia
ambiental. Cuando aparece algún conflicto perceptivo, que contradice la
experiencia perceptiva, la persona "dialoga" con el entorno y reajusta
su experiencia ambiental. Así, como comentan Ittelson y Kilpatrick: "el
mundo que cada uno conoce es un mundo en gran medida creado a partir de
la experiencia propia que se adquiere al interactuar con el ambiente".
La
consecuencia de todo ello es que los juicios perceptivos que la persona
se forma del entorno son altamente subjetivos. El mundo que percibimos
es un mundo creado por nosotros mismos a través de nuestras experiencias
y transacción ambiental, y es un mundo que refleja nuestras
expectativas, necesidades y objetivos particulares, o sea, nuestra
manera de ser y de estar en el mundo.
Para poner a prueba
estos principios, Ames diseñó una serie de experimentos perceptivos en
los que la aplicación de asumciones previamente adquiridas comporta como
resultado una percepción distorsionada y una experiencia incomprensible
por parte del observador. Sin embargo, cuando uno es capaz de adivinar
que principio aplicado no es correcto, o sea, cuando comprende por qué
lo que ve no parece posible, entonces su experiencia ambiental cambia y
también lo hace su interacción con el entorno. Dos de estas
demostraciones son "la ventana de Ames" y "la habitación de Ames".
La ventana de AmesEL HORMIGUERO: hemos engañado al cerebro con la ventana de Ames ya que su forma trapezoidal de la ventana hace que tengamos una percepción errónea del conjunto, lo que nos hace asumir un movimiento imposible y de esa manera engañar el cerebro humano de manera muy fácil.http://www.videoman.gr/es/27415 |
La habitación de Ames |
En cierta manera, la perspectiva de Ames anticipa desarrollos posteriores sobre la percepción ambiental. Así el manual de Holahan (1982) sitúa a Ames dentro de teorías probabilísticas, al lado de Brunswik, aunque su idea de percepción incluye un proceso más dinámico y creativo. Por otro lado, en el manual de Bechtel (1997) se destaca que, de alguna manera, Ames parece haber anticipado el concepto de affordance de Gibson mediante la idea de "percepción de alternativas": la percepción del entorno es la percepción de series de alternativas ambientales que nos permiten "negociar" con el ambiente y relacionarnos con él.
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